Pero te decimos que más de uno le apuesta a un buen baño con agua caliente para acabar con esa sensación, pero ¿por qué?

Al bañarnos con agua fría nuestro cuerpo percibe que la temperatura del agua está por debajo de la temperatura corporal, por lo que empezará internamente a generar más calor, así la sensación frescura sólo durará mientras estemos en la regadera, pero al salir cambiará y tendremos nuevamente calor. 

Lo recomendable es iniciar con un buen baño de agua caliente empezando por los pies y terminando con la cabeza. Así, al salir del baño, la situación será a la inversa y la sensación será de frescura y diremos adiós al calor.

Además, un baño con agua caliente tiene otros beneficios como la relajación de los músculos aliviando dolores musculares o una limpieza profunda en la piel.